Terminaron las vacaciones, termino el descanso, a ponerse los zapatos de correr nuevamente, el short y la franela blanca... lo que mas me pega es trasnocharme parandome “tan” temprano, a las 6:15 a.m....,e ir a correr no mas de una hora, no mas de 4 dias de la semana laboral y el domingo un larguito nunca llegando a las dos horas... según me lo he planificado siempre, mi plan poco varia en estructura, quiza un poco en distancia o desnivel, pero la estructura es la misma “casi siempre” y asi me ha funcionado desde hace algunos años.
Sin duda lo mas dificil es conseguir un motivo para ir a correr y no hacerlo sin un fin. Muy importante, en mi caso, tener una meta planteada, un objetivo fijado a tiempo determinado. Ir a correr en funcion de ese objetivo, motivarse cada dia en funcion de ese objetivo, de alli me nacen las ganas de pararme “tan“ temprano y digame los domingos...
En el año 2007, a mediados de Agosto, conducia y me dirigia muy temprano al Cortafuegos, no estaba siguiendo ningun plan, ese dia iba a correr hablando pajita. No habia ninguna carrera cerca, ya habia hecho algunas en el año y en esa epoca no habia nada planificado, por lo que ese domingo se trataba de una trotadito social con mi amigo, ex compañero de carreras de aventura, Leonardo, con quien habia acordado recogerlo a las 7 de la mañana por su casa en San Bernardino. Lo ultimo que recuerdo fue haber visto el reloj de la Torre La Previsora marcando las 6:45 de la mañana... milesimas de segundos despues me estaba estrellando, sin nisiquiera frenar, a 120 km/h de frente, contra la parte trasera de una camioneta, que a su vez habia sido embestida por otro vehiculo que venia en sentido contrario en plena autopista mojada y resbaladiza, a la altura del Jardin Botanico.
Despues de eso recuerdo haberme despertado ¿minutos? despues en una ambulancia con un collarin puesto y aunque sabia lo que habia pasado me preguntaba que hacia alli. En una clinica muy conocida de la ciudad me hicieron todos los examenes de rigor porque me dolia todo el cuerpo y el dolor de cabeza era insoportable... al cabo de varias horas me dieron de alta, afortunadamente no tenia ninguna lesion considerable a pesar de haber roto el parabrisas con mi cabeza y de haberme clavado el volante en las costillas porque no tenia puesto el cinturon de seguridad.
Ciertamente tenia que guardar reposo, el dolor de cabeza era inhumano, solo el hecho de respirar pausadamente me causaba un gran dolor en las costillas, aunque no las tenia rotas. Porsupuesto nada de entrenamientos, casi no podia caminar sin que me doliera algo, aparte de las costillas que siempre me dolian.
La Carrera de Montaña del Club Hebraica era el 11 de Noviembre y el 26 de Agosto, aun con dolor en las costillas al respirar, comenze a entrenar nuevamente, esa carrera era mi motivo para ir a correr. Tenia 10 semanas para lograr algo. Mi objetivo siempre es terminar..., pero lo mas rapido que se pueda!!!. Entonces empeze, siguiendo mi autodidacta plan de entrenamiento, que no esta escrito en ningun lado, solo en mi cabeza, a entrenar, muy lento, semana a semana y aguantando el dolor al respirar en mis muy flexibles costillas. Convide al amigo Joao a que cada domingo hicieramos parte de la ruta y asi fue. A veces arrancabamos juntos y luego lo esperaba, otras veces le daba algunos minutos de ventaja e igual despues lo esperaba (jajaja). Otras veces arrancabamos juntos y el se tiraba tres y no lo veia mas hasta la semana siguiente... y asi sucesivamente.
Basicamente mi semana se componia (y compone) de la siguiente manera: el lunes no hacia nada, solo descansaba y me daba el lujo de poderme parar a las 8 de la mañana; el martes, aun con la pela del domingo, corria suave (a poco menos de 5 min/km) unos 10 o 12 km, en el terreno, acumulando un desnivel positivo de cerca de 300 metros; el miercoles hacia un “ritmo”, en el mismo terreno, en la misma distancia y con el mismo desnivel positivo del dia anterior, rapido y sin parar, a unos cercanos 4 min/km, a veces menos, y no era que anhelaba que llegara ese dia de la semana; el jueves igual que el dia martes, a veces un poco mas lento; el viernes optaba por hacer algun “trabajo” en la montaña, con mas desnivel positivo, para lo cual tenia de dos tipos, que repetia cada dos semanas: un tipo era hacer unas series, llamadas por mi largas, de cerca de casi 5 minutos en un area montañosa, abrupta y quebrada, siempre subiendo, casi 800 metros de distancia y con un desnivel positivo de casi 100 metros, me devolvia corriendillo y arrancaba nuevamente y esto lo hacia unas 4 o 5 veces, siempre tratando de, en la medida de lo posible, hacer una mas rapido que la anterior. Es mamante: el otro tipo era, unas series llamadas por mi cortas, lo mas rapido que se pudiese, en el mismo circuito de tierra montañoso pero en un area de casi 300 metros, algo empinadas, en la que me echo cerca de 1 minuto, segundos menos otras segudos mas, y apenas al llegar devolverme rapido para empezar en 1 minuto con 45 segundos... solo descansando parado cerca de 15 segundos, y eran 10 veces en ese plan, tambien bastante mamante; el sabado descansaba totalmente y; el domingo hacia el “supuesto” largo, a paso de carrera, haciendo parte, por lo general la mitad, de la ruta de la carrera, en este caso, la de montaña del Club Hebraica, para lo cual invertia, las primeras semanas, cerca de una hora con treinta minutos, arrancando duro, siguiendo duro y terminando duro, paso de carrera es paso de carrera.
En ocasiones intercambie los entrenos de los dias Miercoles y Viernes para variar la rutina. En la cuarta semana bajaba un poco la intensidad para retomarlo en la quinta. A medida que pasaban las semanas incremente de 10 km a 12 Km el ritmo del dia miercoles, manteniendo el paso, asi como el largo del domingo unos minutos mas pero sin llegar a las 2 horas y manteniendo o incrementando el paso de carrera. Los “trabajos” de montaña los repetia cada dos semanas y cuando las series largas las hacia en poco mas de 4 minutos; las series cortas las hacia por debajo del minuto y el ritmo de aproximadamente 10 km y 300 metros de desnivel positivo en el circuito montañoso, quebrado y abrupto era menor a 38 minutos, entonces sabia que estaba en mi pico...Esa es la estructura de mi plan.
Salvo el domingo, los demas dias no bebia nada de liquidos durante el entrenamiento, pero si algo de gatorade antes y mucho de gatorade despues. Los domingos llevaba mi fiel camelbak (hidrobak) con de medio a un litro de gatorade y siempre antes de arrancar tomaba un power gel.
A partir de la decima semana, y no porque lo planifique asi, omiti los entrenamientos del dia martes en unas semanas y en otras los del dia jueves ya que siempre tenia alguna vaina que hacer que me impedia correr esos dias, lo que significaba que mi semana de entrenamiento era de 4 dias solamente y convencido quede que me ayudo dicho inponderable, era el tape a la fuerza.
Al cabo de las 10 semanas llego el dia de la carrera y aunque mi progreso habia sido siempre en forma creciente, no habia llegado a mi mejor forma, pero asi me presente en la partida, a pesar de la torrencial lluvia, para defender el primer lugar de mi categoria que habia ganado el año anterior. Inesperadamente, unos 30 minutos antes de la partida, fue suspendida la carrera por INPARQUES porque aparentemente habian varios derrumbes y no se podia garantizar la seguridad de los competidores. Me sorprendio el anuncio, pero no me molesto, el destino me habia otorgado un par de semanas mas que me permitirian llegar a mi pico de buena forma.
El dia 25 de Noviembre, 12 semanas despues de empezar a entrenar, se dio la partida de la carrera que se compone de 23 kilometros de distancia y 2000 metros de desnivel positivo, en el mismo lugar pero sin lluvia. El plan de entrenamiento dio sus frutos, ese dia hice mi mejor marca personal, 2 horas con 39 minutos y algunos segundos, bajando en mas de 15 minutos mi mejor marca hasta los momentos, ganando por segunda ocasión consecutiva mi categoria y llegando 6to en la categoria general, y no fue facil, tuve algunos adversarios amigos que no dieron nunca su brazo a torcer, y fue un gran logro que me hizo ver que no hay mision dificil de completar.
Este año, el 7 de octubre, a poco mas de una semana de haber hecho los 70 km de Le Porte di Pietra y a escasos tres dias de llegar de Milano, me coloque los zapatos de correr nuevamente, me puse el short y la franela blanca para reflejar los rayos del sol y no perder el calor corporal tan rapidamente como si estuviese vestido de negro, el motivo: La Carrera de Montaña del Club Hebraica del año 2009, que harian el 30 Noviembre, para lo que tenia unas 8 semanas, 4 semanas menos que el año anterior para entrenar, pero ¿para que tanto?, tenia basante fondo, el de mis carreras en europa, asi que tendria que mejorar es la velocidad. Ocho semanas mas que suficiente, entonces hice absolutamente lo mismo, la misma formula que habia funcionado, el mismo plan, la misma estructura, la misma referencia, los mismos tiempos, la misma ruta y, acompañado lamentablemente... del mismo puto clima.
A medida que se acercaba el dia de la carrera mi forma mejoraba, igual que el año anterior e ironicamente tambien se incrementaban las lluvias, los derrumbes en el Parque Nacional El Avila no eran noticia, era lo cotidiano, lo normal, pense, el año pasado fue asi, ... que casualidad.
La lista de inscritos habia superado las espectativas, cerca de 150 personas, un record para un prueba donde han llegado a participar menos de 50 personas en ediciones anteriores, y el gran detalle, valor agregado a la motivacion: no habia nadie inscrito que hubiera llegado antes de mi el año anterior, y no habia mas cupo..., era para solo 100 personas y habian 150, es decir, el podio no me seria ajeno con todo y mis 8 semanas de entrenamiento. No haria mi mejor marca, definitivamente, pero si estaria muy pero muy cerca.
El dia 27 de Noviembre, a tres dias de la carrera, recibi un correo indicandome que la carrera habia sido suspendida, por los mismos motivos del año anterior. Pense que la pospondrian para dentro de dos semanas, me ubiese resultado perfecto, igual que el año anterior, pero me arrecho saber que ya este año no la harian... me deprimi y desmoralize y dos semanas completas no use ni la franela, ni el short, ni los zapatos de correr..., se perdio ese entrenamiento es mi frase favorita y la dura realidad.
Sin superar aun la depresion post entrenamiento perdido y botado a la basura, el domingo 7 de diciembre me di cuenta que quedaban justamente 12 semanas de entrenamiento para lo que estaba rondandome la cabeza desde hacia un par de semanas, mi proxima carrera y ese precisamente era el motivo para volverse a poner los zapatos de correr: La Gran Transgrancanaria